top of page
Search

La Violencia en ZLO

  • Writer: Allan S. Contreras Ríos
    Allan S. Contreras Ríos
  • Jul 6, 2019
  • 3 min read

Allan S. Contreras Ríos



Yo no conocía a Germán personalmente. Una joven que asiste a la Iglesia donde predico era compañera de él en la escuela. Y el sentimiento de pérdida es algo con lo que la mayoría podemos sentirnos identificados. Me duele ver que esto esté sucediendo en nuestro hogar, en Manzanillo. Hace unos 12 años aproximadamente me mudé aquí e hice de Manzanillo mi hogar, entre una de las razones, porque era un lugar seguro. Recuerdo haber quedado impactado en mis primeros días aquí al ver que gente podía sacar a pasear a sus bebés a altas horas de la noche porque era seguro salir (de hecho la gente cruzaba la calle al verme a mí por mi “citadina” forma de vestir). Y ahora, las cosas han cambiado, han ido empeorando cada vez más. Es triste que lo que nos une ahorita mismo es una tragedia. Pero debemos aprovechar la oportunidad de esta unión para que como sociedad salgamos adelante, para que podamos hacer de Manzanillo un lugar seguro, como lo solía ser.


Hemos presenciado muchas tragedias en los últimos años, cada vez en aumento. Por un tiempo incluso nos hicimos de la vista gorda, porque pensábamos que solamente se estaba atacando a la gente que estaba metida en un estilo de vida que concluiría en muerte evidentemente. Y es cierto, que como sociedad no ayudamos cuando nos hacemos de la vista gorda al ver a familiares metiéndose en esos círculos.


Pero las cosas cambian cuando se trata de alguien que es asesinado por la espalda mientras trabajaba. A esto hemos llegado por seguir tapándole el ojo al macho. Cuando fueron las votaciones, tanto los que votaron por AMLO, como los que no, exigimos un cambio. El pueblo mexicano se unió a hacer un cambio y no depender solo de un gobernador para que el cambio sucediera. En algo como esto, no podemos esperar que el gobierno solucione todo, es un trabajo muy grande. Pero sí podemos exigir que hagan su mayor esfuerzo por hacer su trabajo.


Familias, hagamos nuestra parte también. No se trata solo de exigir al gobierno a que nos brinde seguridad cuando estamos criando malandros en casa, cuando estamos solapando las maldades de nuestros familiares y amigos. Germán era el hijo de alguien, y fue arrebatado de entre ellos. Pero también quienes lo asesinaron son hijos de alguien, amigos de alguien, y al no denunciar el mal por lo que es, nos hacemos cómplices de ello.


Como predicador, enseño que nuestra esperanza está puesta en Dios, pero también enseño que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, que lleva a cabo en acciones esa esperanza. Si fallamos en poner en práctica los buenos consejos que nos dan, si fallamos en disciplinar a quienes cometen fechorías, si seguimos dejándonos envolver por la corrupción; bueno, pues estas son las consecuencias que sufrimos: la muerte de inocentes.


Y no hay autoridad en el mundo que pueda con tanto. Mi exhortación a todos ustedes es esta, no solapen la maldad, expónganla por lo que es. Ayudemos a hacer de Manzanillo (y del resto del país) un mejor lugar, fomentando los valores y la educación. Ayudemos a las autoridades a hacer un mejor trabajo. Y autoridades, por favor, hagan su mayor esfuerzo para darnos esa tranquilidad que necesitamos en este Estado que solía estar en la lista de los Estados más seguros del País. Unámonos por hacer de Manzanillo un lugar mejor.

 
 
 

Comments


Join my mailing list

bottom of page